lunes, 3 de marzo de 2008

02.03.08, Paris by Meriyou

¡Hola a todos!

Pues como muchos ya sabréis hoy soy yo, Mª José, la que se encarga de contar nuestras peripecias el último día en esta ciudad ¡snif!. Comenzamos la mañana desayunando poquito (ya os enteraréis por qué) y visitando La Defense, precioso centro moderno donde tras una fuente de mástiles de colores se veía una preciosa vista del Arco del Triunfo. En este barrio hay también un arco, (impresionante por lo grande pero más feillo, todo hay que decirlo) tras el cual nos encontramos nada más y nada menos que el cementerio del lugar rodeado de los edificios de las grandes empresas económicas.



La siguiene parada fue La Ópera. Impresionante. El edificio es una maravilla y los adornos, pinturas, esculturas, etc. son preciosos. Cuando entramos Dioni concluyó que tiene que ser cierto que una anterior vida suya fue de la Corte ya que se encontraba muy cómodo allí, pero quien no se encuentra cómodo entre mármoles, grandes escaleras, y lujo por donde quieras que miraras. La luz de miles de lámpara, además, hacía que aquello pareciera irreal y acrecentaba la hermosura de todo. Como podéis ver me ha encantado, y le recomiendo la visita a todas las personas que vayan a venir a París.

Desde allí nos fuimos a los almacenes La Fayette, pero al llegar nos dimos cuenta de que estaba cerrado porque los Domingos no abren (¡anda! ¡un deja-vu!). Así que sin más dilación nos fuimos a comer a... ¡un buffet de pizzas! (otro deja-vu, pero en este viaje lo hemos conseguido) en el Pizza Hut, y por 12 leuros nos hartamos de trozos de pizza, ensaladas varias y de 1 litro de bebida por persona. Una vez que terminamos de comer y esperamos 10 minutos a que, según Fernando, la bebida se bajara y la mearamos (no tarda ni más ni menos, seguro que son 10 minutos), salimos con toda la intención de quitarnos la espinita y coger las "velibs" que se nos resisitieron el primer día. En principio no tendría que haber problemas, Javi el amigo de Dioni había reservado una y con la tarjeta de Dioni podríamos sacar las otras tres, pero no fue así. Tras sacar la primera bici con el código de Javi las otras tres fueron imposible sacarlas, así que tuvimos que dejarla y utilizar el metro como vulgares turistas y no bohemios parisinos.

















La tarde ha sido intensa también: la plaza de vogues, Le Louvre (ojú que empacho de cultura), la Torre Eiffel de nuevo (con dos chinas lesbianas y suicidas encima de la valla), La Concorde, La Iglesia de la Madeleine, las calles importantes con Chanel-Dior-Galiano..., la plaza de las vanidades... Toda la tarde dio lugar a muchas anécdotas de las que resalto la siguiente: traducción de francés borgiano al español:
- Quel que c'est cost? --> ¿Cuánto cuesta?
- C'est de doi --> Es de día
Si a esto le sumamos las paranoias de la noche anterior donde jugamos a las preguntas rápidas de Friends con cuestiones cómo: ¿Fe o Carmen Pérez? ¿Pentateuco o Deuteronomio? os podéis imaginar el grado de locura al que el cansancio te puede llevar.

De vuelta a casa (¡ohhh! último día) le dimos la sorpresa a Dioni de regalarle una taza de Eurodisney que le había gustado. Gracias a la taza hemos conseguido que si mañana perdemos el avión podremos llamarle y volver a su habitación, ya que se ha llevado todo el tiempo diciendo que sí perdíamos el avión no lo llamaramos porque ... "¡Me tenéis contento!"




Bueno, con todo deciros que ha sido un viaje genial y que Paris es precioso y Dioni un perfecto anfitrión. Espero que algún día todos los que no hayáis visto esta ciudad tengáis la posibilidad de venir a verla. Un besito y "au revoir".

Mª José

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